Revista Intersticios.
Publicaciones Académicas de la
Universidad Católica de Salta (Argentina)
e-ISSN: 2796-9045
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Resumen

Esta investigación indaga acerca de las representaciones sociales construidas por las y los profesionales en psicología sobre personas trans en la ciudad de Salta, Argentina. Desde un enfoque cualitativo, con un diseño descriptivo, se efectuaron 20 entrevistas semidirigidas a psicólogas y psicólogos de la ciudad. La construcción y el análisis de los datos se hicieron a partir de la teoría fundamentada. Entre los hallazgos más significativos se reconoce que las y los profesionales en psicología poseen marcos de entendimiento cisgénero y heteronormativos para comprender las trayectorias trans. Las personas trans devienen patologizadas a partir de discursos que las señalan como anormales, “raras” y diferentes. La identidad de género aparece como un constructo concerniente únicamente a identidades trans, con referencia a la lucha del colectivo en reclamo por ciudadanía plena. Las representaciones sobre las personas trans incluyen imágenes sobre un cuerpo espectacularizado, cuerpoobjeto que degrada su condición de sociabilidad y está marcado constitutivamente por violencias. La violencia aparece como condición de posibilidad de estas personas, y se ven vulneradas en sus derechos a partir de la manifestación pública de su identidad de género. Sin embargo, en esa subversión e insurrección ante la norma hetero-cis reguladora de identidades, poseen mucha potencia de trasformación y resistencia. Se busca que los resultados de este estudio sean útiles para futuras intervenciones en la población de psicólogos de la ciudad de Salta y, con ello, contribuir a desmontar mecanismos de desigualación y exclusión hacia personas trans.

Palabras clave: representaciones sociales – psicología - personas trans

Abstract

This research investigates social representations constructed by psychology professionals about trans people in Salta city, Argentina. From a qualitative approach, with a descriptive design, 20 semi-directed interviews were conducted to psychologists in the city. The construction and analysis of the data were based on grounded theory. Among the most significant findings, it is recognized that professionals in psychology have cisgender and heteronormative understanding frameworks to apprehend trans trajectories. Trans people become pathologized from discourses that point them out as abnormal, “weird”, and different. Gender identity appears as a construct concerning only to trans identities, with reference to the collective´s struggle for full citizenship. The representations about trans people include images of a spectacularized body, an object body that degrades its condition of sociability and is constitutively marked by violence. Violence appears as a condition of possibility for these people, and their rights are violated by the public manifestation of their gender identity. However, in this subversion and insurrection against the hetero-cis norm regulating identities, they possess great power of transformation and resistance. The results of this study are intended to be useful for future interventions in the population of psychologists in the city of Salta and, thus, contribute to dismantle mechanisms of inequality and exclusion towards trans people.

Key words: social representations, - psychology - trans people

Tesis

Citar: Vallejo, L. M. (2021). Representaciones sociales de profesionales en psicología sobre personas trans en la ciudad de Salta, Argentina. Revista Intersticios, 1(1), pp. 65-72.

Problema de investigación

Esta investigación se centra en conocer las representaciones de los profesionales en salud mental de la ciudad de Salta, en torno a las personas trans. El tema surge como correlato de los episodios sociales que han puesto en agenda pública la violencia hacia las mujeres trans. La inquietud emerge de la corroboración de fuertes prejuicios sociales que sustentan estas prácticas discriminatorias, legitimadas por figuras médico-legales que han criminalizado, patologizado y estigmatizado las identidades y expresiones de género no heteronormadas.

Se utiliza el prefijo trans como término “paraguas”, para referirse a estas identidades que tienen en común una vivencia del género diferente a aquel que se les ha asignado al nacer, e incluye en su enunciación a todas aquellas personas que, de modos diversos, contradicen la relación congruente necesaria entre corporalidad, deseo e identidad y expresión de genero asociado con el binarismo sexual heteronormativo occidental (Cabral, 2007). Se considera las representaciones como principios socio-cognitivos que organizan las relaciones simbólicas entre individuos y grupos, y se pueden traducir en comportamiento. El estudio permitió reconocer los modos y procesos de constitución del pensamiento social por medio del cual los profesionales en psicología interpretan la realidad, al mismo tiempo que la generan.

Siguiendo a M. Foucault (2007), los discursos sobre la sexualidad nunca son neutrales ni objetivos; en este caso los profesionales de salud mental poseen un discurso científico, calificado y del que podría depender la vida de una persona. Desde la perspectiva de la investigación se considera a estos profesionales como constructores de discursos de salud mental, con la influencia que ello pueda tener para la constitución del pensamiento social en torno al objeto de nuestra representación, esto es, la persona trans.

Objetivo general

Analizar las representaciones sociales que tienen las y los profesionales en psicología, de la ciudad de Salta, en torno a las personas trans.

Objetivos específicos

Describir las representaciones de los y las profesionales en psicología sobre la identidad de género.

Caracterizar las representaciones sociales de las y los profesionales en psicología de la ciudad de Salta en relación con las personas trans, en sus tres dimensiones (actitud, información y campo de representación).

Analizar si existe patologización de la identidad trans y qué características presenta.

Apartado metodológico

La investigación se desarrolló desde un diseño cualitativo, específicamente de tipo teoría fundamentada. Las técnicas de recolección de datos utilizadas fueron la bitácora de campo (donde se registraron observaciones del contexto, así como memos de codificación) y entrevistas semidirigidas (en donde se propusieron ejes para orientar la entrevista).

Los participantes fueron profesionales en psicología matriculados en el Colegio de Psicólogos de Salta, radicados en la ciudad de Salta Capital. Se conformó la muestra con participantes de diferentes áreas de la psicología para así obtener variadas representaciones en relación con el ámbito de desarrollo profesional (áreas educacional, clínica, laboral, forense, sociocomunitaria y educacional). No participaron de la investigación quienes no dieran su consentimiento informado y no estuvieran matriculados. Se hizo un muestreo no probabilístico encadenado, se tomaron 20 casos, teniendo en cuenta la profundidad de datos que resultaron de la entrevista semidirigida, hasta la saturación teórica.

Luego de la triangulación de datos de las diferentes técnicas, se procedió al análisis. Los datos fueron trabajados, en primer lugar, mediante la realización de un análisis general, reconstruyendo así cada experiencia y utilizando toda la información obtenida (dimensión horizontal de análisis cualitativo, o al interior del caso) y, en segundo lugar, mediante el análisis de las diferentes categorías en comparación entre el total de entrevistas, observaciones y registros de bitácora de campo (dimensión vertical del análisis cualitativo, o comparación entre casos). A su vez, se enriqueció la metodología tomando las estrategias de análisis de las representaciones sociales que propone Abric (2001) desde el enfoque estructural. Fueron guías teóricas para el tratamiento cualitativo de los datos la bibliografía de Vasilachis (2006) y la propuesta de Restrepo Ochoa (2013).

Conclusiones

Las representaciones de las personas trans que poseen los profesionales en psicología de la ciudad de Salta están atravesadas por normas de género. Las concepciones regulatorias de género son: mantener relaciones de coherencia y continuidad entre sexo, género, práctica sexual y deseo (Butler, 2002). Las personas trans ponen en duda estos criterios apareciendo como seres con género “incoherente” o discontinuo, deviniendo patologizadas. La matriz de inteligibilidad se relaciona a su vez con una representación binaria de la sexualidad, supeditada a objetivos reproductivos, en un sistema de heterosexualidad obligatoria.

A seis años desde la sanción de la Ley 26743 de Identidad de Género, esta se establece como un piso de comprensión y de legitimidad para comprender la existencia de personas trans. Se considera que el trabajo desde estas categorías permitiría poner en debate la contingencia de las identidades sexuadas, el carácter performativo del género y no una visión y un hacer vinculado al género como una esencia o una posesión.

Acerca del proceso de formación o construcción de identidad de género, los profesionales que lograron ubicar algo del constructo vinculan su conformación a procesos ligados al desarrollo psicosexual freudiano. Hacen referencia a procesos que tienen lugar en la infancia y que permanecen definidos desde entonces. Este elemento teórico que sostiene la construcción de la identidad como un proceso finito y estable determinado por la genitalidad opera como el núcleo de la representación que refiere la identidad de género directamente con las personas trans en clave de disidencia.

La representación social de la persona trans gira en torno a dos valías: por un lado, una persona valiente, luchadora; por el otro, sufrida y violentada, lo que marca la centralidad de la violencia estructural asociada a la condición identitaria trans; esto es, la situación de vulnerabilidad. La situación de violencia estructural como condición de posibilidad de la identidad trans es sumamente grave y alarmante, y es lo que conduce a estas personas a procesos de desafiliación social que refuerza su condición de subalternas.

Para comprender la emergencia de estas representaciones, la categoría “sociedad salteña” explica en cierta medida el contexto social desde donde se generan estas violencias. La sociedad es caracterizada como conservadora, tradicionalista, expulsora de lo diferente, regida por valores católicos; todo ello opera como regulador de las sexualidades y responde a mecanismos de control biopolíticos bajo los imperativos de la heterosexualidad reproductiva. Los profesionales aparecen como reproductores de este sistema cisheteropatriarcal, siendo agentes de actitudes transfóbicas (como la estigmatización, el prejuicio, la criminalización, el desprecio, el rechazo y el maltrato) al ser parte de él. Por otro lado, aparecen representaciones asociadas a contextos políticos, como militantes o como migrantes (hacia ciudades donde puedan expresar libremente su identidad de género), a la situación de prostitución, o a las personas trans como trabajadoras sexuales. Acerca del trabajo sexual aparecen actitudes contrapuestas, por un lado, vinculándolo a la marginalidad (calle/noche/peligro) y, por otro, ligándolo a una experiencia de autonomía sobre el cuerpo y a una fuente de empoderamiento.

El núcleo figurativo de la representación social condensa la manera estereotipada de pensar y recrear el cuerpo trans. Deja ver connotaciones negativas asociadas al travesti, a su vivencia como “impostor” porque no lleva los genitales de una mujer. En este punto aparecen con crudeza la representación esencialista del género y las modalidades de actitudes repulsivas hacia esta población. La espectacularización del cuerpo trans lo liga al espectáculo, lo trivializa, y lo presenta como pieza dramática, graciosa o sensacionalista. Cabe aquí una alusión al rol de los medios de comunicación en la reproducción de los modelos de genero hegemónicos a partir de mecanismos de subrepresentación, vinculando lo trans con la parodia, lo chabacano, lo trivial y el fetiche. Las actitudes que se destacan en torno al núcleo figurativo se identifican como representaciones patologizantes y misóginas de las personas trans.

Por otro lado, aparecen representaciones ligadas a infancias y adolescencias trans. En alusión a los procesos evolutivos particulares, aparecen sesgos patologizantes adultocéntricos. Es llamativo como estos temas se inscriben en el imaginario de los profesionales a partir de casos paradigmáticos en la ciudad de Salta, que tuvieron algún grado de cobertura mediática y que, por lo tanto, generaron opinión en los profesionales. Se pone en duda si es que se trata de “elecciones” genuinas o influenciadas por los padres o el contexto. Aparece una noción relativa a un conflicto identitario.

Las representaciones de salud mental de las personas trans se relacionan con los conceptos que se manejan acerca de la salud mental como estado (presencia o ausencia de psicopatología) o como proceso. En este sentido, se retoma la definición tomada de la Ley Nacional de Salud Mental (LNSM), que guía esta investigación y que concibe a la salud mental como “un proceso determinado por componentes históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona” (LNSM 26657, art. 3).

La patologización aparece como la construcción de discursos que señalan a estas personas como anormales, “raras”, inferiores. Como toda experiencia que se sale de los bordes de la normalidad, funcionan justamente para marcar el límite de lo normal/ patológico y trazar el lugar para lo anormal: lo abyecto.

La norma cishetero aparece como privilegiada y como criterio de normalidad. Las concepciones imaginarias de los profesionales en psicología acerca de las personas trans como sujetos patológicos legitima la desigualdad social en la que estas existen, se desarrollan y mueren.

Acerca de los fundamentos de la patologización, la formación académica universitaria toma un rol preponderante. Por un lado, vinculando la transexualidad con la psicopatología, ligada a la psicosis o la perversión. Por otro lado, con la ausencia de la perspectiva de género y la formación específica en las currículas.

Finalmente, en relación con el rol del profesional en psicología se hace necesario elucidar los mecanismos a partir de los cuales se produce, conserva y reproduce la norma cishetero (como dispositivo biopolítico), opresora y excluyente para los sujetos, que configuran en un mismo movimiento la diferencia y desigualdad en términos de bienes y posicionamientos económicos, simbólicos, y subjetivos. En los profesionales entrevistados se evidencia una conciencia crítica que los interpela como ciudadanos y profesionales; plantean como “deuda pendiente” el trabajar desde la despatologización, la perspectiva de géneros, el hablar de lo tabú, el visibilizar violencias, el cortar con los mecanismos que generan violencia, y el armar espacios no heteronormados. Asimismo, estos plantean como deuda pendiente y como necesaria a la asistencia terapéutica con escuchas sin prejuicios, a la psicoprofilaxis, al trabajar desde la creatividad, con un trato humanizante y respetuoso.

Algunas otras representaciones resultan novedosas y susceptibles de mención especial en términos foucaltianos, y dejan interrogantes para seguir profundizando. “La persona trans como estandarte de aceptación” (entrevista 14, p. 117, anexo I de la tesis de grado), encarna la resistencia al poder hegemónico a pesar de la violencia estructural como constitutiva de esta identidad (o quizás justamente a partir de ella); las personas trans subvierten la “normalidad” de las sexualidades, son un desafío, una fuga al dispositivo regulador de las sexualidades.

El cuerpo trans, más allá de todo lo que podamos decir en torno a él, aparece como un real imposible de ser aprehendido o capturado desde el lenguaje. Este cuerpo singular, marcado a partir de deprivaciones, violencias, se muestra como síntoma de la sociedad actual (efecto del dispositivo biopolítico); sin embargo, a su vez encarna la paradoja como saber insurrecto y potencia pura para transformar el propio sistema que lo parió.

Referencias bibliográficas

Abric, J. C. (2001). Prácticas sociales y representaciones. México: Coyoacán.

Cabral, M. (2007): Transgénero. En Diccionario de estudios de género y feminismos. Gamba, B. S. (coord.) (2007), pp. 324-326. Editorial Biblos.

Foucault, M. (2007). Historia de la sexualidad 1. La voluntad de saber. Siglo XXI

Restrepo Ochoa, D. A. (2013). La teoría fundamentada como metodología para la integración del análisis procesual y estructural en la investigación de las representaciones sociales. CES Psicología, vol. 6, núm. 1, enero-junio. Colombia: Universidad CES Medellín.

Vasilachis de Giardino, I. (2006). Estrategias de investigación cualitativa. Gedisa

Leyes consultadas

Ley 26743 de Identidad de Género. Disponible en http://www.saij.gob.ar/26743-nacional-ley-identidad-genero-lns0005735-2012-05-09/123456789-0abc-defg-g53-75000scanyel

Ley 26657 de Salud Mental. Disponible en http://fepra.org.ar/docs/Ley-nacional-salud-mental.pdf


  1. Supervisión de Salud Sexual y Reproductiva. Ministerio de Salud Pública de Salta.

Luz M. Vallejo

Perfil académico y profesional: Licenciada en Psicología por la Universidad Católica de Salta. Se desempeña en la Supervisión de Salud Sexual y Reproductiva dependiente de la Dirección de Materno Infancia del Ministerio de Salud Pública de Salta.

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